miércoles, 15 de junio de 2011

Aclaraciones sobre el taller de cerámica griega

Hola a tod@s!

Me alegro mucho de que el taller de cerámica haya gustado tanto y de que lo estéis poniendo en práctica en las clases. La verdad es que es muy entretenido y los resultados magníficos.
Olvidé decir algunas cosillas y hoy me he dado cuenta al leer tu comentario, Sunny, así que escribo un post para aclararlas. En primer lugar, me preguntas sobre la marca del látex. En este último taller que Yasmina y yo hicimos con 4º de la ESO utilizamos Bruguer, aunque yo te recomendaría el látex vinílico Valentine porque los resultados son mejores. De todas formas , el secreto está en la dosis de látex. Pienso que debemos mezclar como tres o cuatro cucharadas soperas con el agua y después poner una capita de látex sobre el papel para que quede bien pegado a la cerámica y la imagen esté del todo impresa. Lo mejor es que se unan firmemente papel y cerámica y que lo dejemos secar unos dos días más o menos.
En segundo lugar, viene retirar el papel y eso hay que hacerlo muy lentamente con las yemas de los dedos humedecidas con agua.
Espero que el taller haya sido un éxito, Sunny. Siento haber tardado en responder, pero es este final de curso que siempre nos tiene atareados.
Basia mille!

viernes, 3 de junio de 2011

Nizar Qabbani, el poeta del amor

Hace unos años en un recital que hice con mis alumn@s de 4º de la ESO y 1º y 2º de bachillerato, unas chicas árabes me pidieron incluir entre los autores de la selección que habíamos realizado a Nizar Qabbani. No lo dudé. Sabía que escuchar sus versos conmovería a muchos y no me equivoqué. Todavía tengo en mente la imagen de aquellas cuatro musas celestes subidas en el escenario del salón de actos y viviendo palabra a palabra cada una de las verdades del poeta. Por un momento, el tiempo se detuvo y volvimos a creer en la importancia del amor, el motor del mundo entero.
Si no conocéis a Nizar Qabbani, os invito a que lo descubráis y veréis de qué forma tan sencilla se puede entender una verdad tan universal. Por mi parte, no podía dejar de rendirle tributo y recordar una vez más estos fragmentos de El Libro del Amor:

Cuando me enamoro
el reino de Dios cambia:
el crepúsculo duerme en mi abrigo
y el sol despunta por el oeste.
***
¿Por qué? ¿Por qué desde que me amas
mi lámpara alumbra
y mis cuadernos han florecido?
Las cosas han cambiado desde que me amas:
me he convertido en un niño
que juega con el sol
y en un profeta
cuando sobre ti escribo.
***
Estás grabada en la palma de mi mano
cual letra cúfica en el muro de la mezquita.
Grabada en la madera de la silla, amor mío,
y en el brazo del asiento.
Y cada vez que intentas alejarte de mí
un solo momento
te veo en la palma de mi mano.
***
Cuando estoy enamorado
convierto al Shah de Persia
en uno de mis seguidores
y someto China a mi cetro,
muevo los mares de su sitio
y si lo deseo, detengo el tiempo.
***
Cuando estoy enamorado
el agua brota de mis dedos
y crece la hierba en mi lengua.
Cuando estoy enamorado
permanezco un tiempo fuera del tiempo.
***
Todo lo que dicen de mí es cierto.
Todo lo que dicen de mi reputación
en el amor y las mujeres es cierto.
Pero no saben que me desangro en tu amor
como el Mesías.
***
Cada vez que viajo en tus ojos
siento que monto en una alfombra mágica,
me eleva una nube rosa
luego otra violeta
y giro en tus ojos, amor mío,
giro… como la tierra.
***